martes, 1 de mayo de 2012

Presentación del libro “En el río muerto” de Francisco Gómez-Porro.

La presentación tuvo lugar el día 13 de Abril en el museo etnográfico de Villarrubia de los Ojos a las 20 horas. Francisco Gómez-Porro destaca por ser un autor autodidacta, por su apego y  observación de la naturaleza y por sus valores personales, entre otras cosas. Es un poeta y ensayista que se sumerge en su primer experimento narrativo (editado por el gobierno de Castilla la Mancha). Se trata de una historia ligada íntimamente al agua y al devenir de este recurso vital. El lamento de un río saqueado por la sobre-explotación, el olvido y la desidia.
 Es una obra elaborada a lo largo de 3 años en muchos viajes a pié por todo el trascurso y zonas próximas al río Guadiana. Los personajes que aparecen son reales, con sus nombres y apellidos y en las circunstancias en las que han sido encontrados
En un principio comentó nuestro autor la importancia del legado (de cultura, ideas, naturaleza (a la cual debemos de tenerle amor y tratarla con cuidado)).
La vida y el río (simboliza el transcurso y el devenir), el río contiene la memoria de las gentes y Francisco interroga, investiga y mira a esas gentes, rescatando o reconsiderando a los humildes a lo largo de la historia.
El libro lleva como subtítulo “una educación poética”, se trata de una educación de la mirada (se pueden rastrear elementos y pensamientos platónicos, filosóficos, antropológicos,...).
El ser humano y su capacidad tanto de lo más sublime, como de lo más catastrófico y demoledor. A veces vamos en contra de ella misma intentando transformar, cambiar, controlarla, dominarla y sojuzgarla...).
Se hizo una alusión a las claves y sentido de este libro cuyo  título es “En el río muerto”:
Distinción entre palabras vistas (pueden ser oídas como un eco) y palabras oídas (de vivencia más intensa). Nombrar el Guadiana es, de alguna manera, volver a darle la vida este río, y a la vez, nombrar la naturaleza es nombrar o citar la humildad como requisito necesario para la adecuada comprensión de ella como un “todo”.
La inspiración (algo fundamental en todo poeta) es como una especie de resplandor sin origen (“hoguera sin origen”).
Incitación  a buscar la vida misma como algo para fundirse e identificarse con ella (mirada arraigada), no verla desde fuera, no verla objetivada o “desde el escritorio”. Hizo mención al desaliento como el enemigo de todo viajero.
Se expuso que una pretensión última de este libro es <<hacer literatura y solo literatura, quería ante todo el respeto por el paisaje>>.
Simbolización del rio: devenir, transcurso, fuerza, azar, enfermedades, ansia de aventura...
Nada escapa a la degradación, ni siquiera el propio río. Su intención es también un “dar vida a lo inanimado” para ello usó la metáfora del olivo con sus retoños o ramitas nuevas.
Alusión al poeta Bernardo de Balbuena que fue un poeta de Valdepeñas, de donde bebe también nuestro autor.
Francisco además se preguntó por el amor, las esperanzas de la humanidad y el imaginario colectivo, ¿donde van a parar todas estas cosas?...
La poesía tal vez sea la respuesta o la solución, ésta es definida o interpretada como un humor del cuerpo, la palabra es la vida o río y el río es la palabra.
En su libro, entre otras cosas, se narra la historia de un muchacho y el paso del río, y se reconoce la importancia de dar la vida con la palabra a las cosas aparentemente muertas.
Algunos de los detalles más llamativos según nos dice serían: Fase de educación en la mirada, la  reinterpretación de cómo la mirada mira al ser humano, los insectos, consideración de la naturaleza “en su totalidad”, la propuesta de la naturaleza como un ser vivo u organismo vivo (Lovelock, Martín Heidegger...), el registro de la microhistoria o intra-historia inspirado en el movimiento del romanticismo alemán y Miguel de Unamuno.
Autor: José Manuel  profesor de Filosofía.

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