A lo largo de la Historia han
sucedido muchas cosas curiosas en el devenir de la Ciencia. Y entre ellas, son
manifiestas las coincidencias a la hora de adjudicarse un descubrimiento entre
dos científicos que se atribuían su autoría, al llegar a él simultáneamente. Es
el caso de la disputa por la autoría del Cálculo infinitesimal entre Newton y
Leibnitz, o el descubrimiento del oxígeno entre Lavoisier y Prietsley, o el
establecimiento de la Tabla Periódica de los elementos (precursora de la
actual) entre Meyer y Mendeleiev, o el descubrimiento de la inducción
electromagnética entre Faraday y Henry, o el telégrafo entre Henry y Morse, o
el teléfono entre Graham Bell y Tesla…
Pero más curioso me ha parecido
la coincidencia entre dos científicos al pensar que la Física ya tenía todo
dicho, y son los casos que sucintamente voy a transcribir:
Hacia 1880, John Trowbridge,
presidente de la Facultad de Física de la Universidad de Harvard, recibió a los
estudiantes con esta idea desalentadora: “En Física yo todo está descubierto:
la única tarea pendiente es corregir algunas medidas añadiendo algún decimal
más”
También Lord Kelvin, eminente
físico, célebre por sus contribuciones en el campo de la Termología y en la
técnica (con sus aportaciones en la construcción de aparatos de medida de
unidades de distintas magnitudes físicas), a partir de 1880 estuvo inactivo
porque anunció que ya todos los descubrimientos de la Física se habían hecho, y
que solamente quedaban por ajustar algunos de ellos.
Ni qué decir tiene que ambos
coincidieron (¡y en el mismo año!) en un error tan grande que me imagino que en
más de una ocasión les haría pasar algún que otro apurillo, si alguien les
recordaba sus equivocados asertos.
Con el final del siglo XIX y
comienzos del XX, se desarrolla tanto la Física que se puede decir que hay un
antes y un después: amanece la Física moderna (en principio: cuántica, nuclear
y relativista) y la concepción del mundo y del universo cambia por completo. Y
es que científicos de altísima talla, celebrados por su gran contribución a la
ciencia, también han cometido crasos errores, como cuando Newton (el padre de
la Física clásica), intentó obtener en el laboratorio un homúnculo.
Cándido Román
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