jueves, 3 de mayo de 2012

LA FIESTA DE CARNAVAL


Durante los días 17, 18 y 19 de febrero hemos vivido la fiesta del Carnaval en nuestros pueblos. No sé si sabéis que la celebración del Carnaval se remonta a fechas muy lejanas, ¿pensábais que las habíamos inventado nosotros? No, en absoluto. Los historiadores ven su origen en los tiempos de los egipcios, después los romanos, celebraban una fiesta que duraba varios días en honor al dios del vino, Baco. Durante esos días las gentes se mezclaban como iguales, algo que solo sucedía en estas jornadas.
En la actualidad, como todos conocéis, hay lugares donde el Carnaval es famoso y atrae mucho público, por ejemplo el Carnaval de Río, el de Santa Cruz de Tenerife, el de Venecia o, también es muy típico en nuestro país el de Cádiz, el de Miguelturra  y, para mí y mis vecinos el de Villarrubia de los Ojos.


Para esta ocasión mi pueblo se viste de música, color y fantasía. Los niños y mayores salimos a la calle convertidos, mediante un disfraz, en nuestros personajes favoritos o en algún objeto divertido.
Una chica de nuestro grupo se disfrazó de la ya famosa Vieja del visillo. No le fue nada difícil confeccionar su disfraz. Utilizó una bata de su abuela estampada con cuadros azules, blancos y negros. Sobre la bata se colocó una chaqueta negra de lana, de manga larga. A continuación se puso un mandil negro, del mismo color que las medias y los zapatos. Para caracterizar más el disfraz lo completó con una peluca de moño ¿color?, exacto, lo habéis adivinado, blanco como la que utiliza el personaje de José Mota. Nuestra amiga quedó genial pero, le surgió un pequeño problema, al salir de su casa y plantarse en la calle se moría de vergüenza y fue incapaz de articular ni una sola palabra.
Otras dos chicas de nuestra clase, Miriam y María se disfrazaron de mosqueteras dentro de la Peña Río Guadiana. Ellas adquirieron el disfraz en una tienda. Se trataba de un vestido rojo pero tanto la parte central superior como inferior era de color blanco. En el centro de la parte de arriba había un escudo dorado. Con el  vestido se colocaron un sombrero de mosquetero, también rojo y blanco. Como calzado se pusieron unas botas altas y blancas. Algunas chicas que iban subidas en la carroza se maquillaron la cara con unos escudos dorados pintados bajo los ojos, imitando así al que aparecía en el traje. Cuando toda la comparsa estuvo preparada salieron a la calle al grito de “Uno para todos y todos para uno”.
Esta peña, formada por más de setenta personas, ganó el segundo premio consistente en 300 euros.
Otra de las peñas que ha participado y conseguido el primer premio es “A tope con sirope”. Sus componentes se disfrazaron de moscas y mariposas. Resultaba muy llamativo contemplar cómo el color negro del disfraz de las moscas contrastaba con el colorido de las mariposas: varias tonalidades de rosa, el azul, el amarillo, el naranja y el esperanzador verde. Nos resultó muy divertido observar el rostro de las moscas. ¿Las pudisteis ver? Para los que no asististeis os diré que se cubrieron la cabeza y el rostro con un pasamontañas negro y como ojos se colocaron dos coladores de cocina, ¡genial!
Uno de los mejores días fue el domingo, cuando acudieron carrozas de otros pueblos cercanos: Los cortijos y sus elaborados trajes de chucherías (Doritos, gominolas, piruletas…), Las Labores y sus trajes de romanos, La Fuente, disfrazados de griegos o Arenas de San Juan que nos visitó con el disfraz de soldaditos. Otros pueblos vinieron también a desfilar por nuestras calles: Madridejos, Urda…
Como podéis imaginar, si no lo vísteis, ilusión, disfraces, colores, pinturas, máscaras, bailes, canciones y mucha diversión marca el carácter de esta fiesta.
Nos vemos el próximo Carnaval siendo quien no somos y que sí podremos ser durante unos días.
Grupo 1º D ESO

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